Territorios mobiles

Una de las características prominentes de la frontera es que marca el lugar del paso, de la travesía. Se transforma entonces en margen borrosa y la función de “separación” viene sustituida por una función de “interfaz”, a la vez entre territorios y redes. Pasamos pues de la idea de “línea” a la de “zona” y de ahí, por analogía, desde la noción de frontera a la de espacio transfronterizo.

Hablar de semejante espacio supone que la frontera presenta cierto grado de porosidad y que la apertura se impone al cierre, que la vinculación se impone a separación.

 

A partir de estas reflexiones deseamos inscribir y desarrollar un proyecto artístico de geografía subjetiva.

Se trata de un proyecto de creación que se nutre de observaciones etnosociológicas, de encuentros, con los habitantes y que va a cobrar la forma de experimentaciones artísticas y creaciones in situ. Mediante un acercamiento sucesivo de los lugares transfronterizos, de las poblaciones y su cotidiano, las dos artistas exploran y cuestionan esas nociones de territorios, de fronteras y de paso a través de los paisajes de las personas que los habitan.

La colecta de testimonios, de palabras y la acumulación de dibujos, de fotos constituyen una materia importante para realizar una creación artística colectiva, un trabajo de unión y puesta en perspectiva en que la dimensión de “paisaje vivido” ocupará un lugar importante. Deseamos llegar a la creación de una representación sensible y fantaseada de la experiencia de un lugar, declinada en diferentes soportes que vienen detallados a continuación.

Este proyecto “ficciona” a la vez que dice. Se trata de una interpretación, de la creación de un “entre lenguaje”, de una puesta en imagen en una geografía en movimiento, sensible, inexacta, libre, insólito y personal.

 

De esa experiencia copartida surgirá una nueva identidad visual híbrida cuya vocación es circular de la realidad a la ficción, de lo individual o lo colectivo.